miércoles, 12 de septiembre de 2012

Capitulo 3



Patt seguía solitaria, noche tras noche, día tras día, en su pozo sin fondo, en su mundo de color negro y quería ver la luz, poderse quitarle los tacones de cristal y abandonarlos para siempre, pero parecían pegados a sus pies, agarrados, como una carga, una presión continua, le dolían los pies, el alma y la cabeza, dolor constante, sin pausa.
No sabia que hacer ni con quien hablar, el mar era su único confesionario, se sentaba ahí y parecía que todos los problemas se iban, el agua acariciaba sus tacones y hacia que brillaran, y allí cerca del mar le encontró.
Él, desde el primer instante supo que seria suyo, suyo, que bien sonaba esa palabra, ese adjetivo que quería que le perteneciera, ser de alguien, ser suya, que fuera suyo, un nuestro, un nosotros.
Esa luz que brillaba tenia nombre, Jake, nombre de superheroe, sexy, dulce, irresistible, con su sonrisa ya tenia a Patt ganada, pero esos ojos azules, podían solucionar cualquier cosa, hipnotizaban, calmaban, curaban.
Patt se sentía tan a salvo, estar entre sus brazos era mágico, era... ''Felicidad'', esa palabra que no había entendido nunca, la Felicidad duró poco, enseguida los problemas empezaron y Patt empezó a luchar, pero una lucha diferente, era lucha por su propia vida, por su corazón, por su Felicidad, le daba igual que hacer, de lo único que estaba segura era de sus sentimientos.
Patt solo se sentía viva al lado de Jake, aunque no le tocara, no le sintiera, solo quería tenerle en su vida, fueran lo que fueran, se vieran o no, solo quería ser suya, ser su princesa, poder ir descalza a su lado.
Patt empezó a salir del fondo del pozo, se quitó los tacones de cristal y se puso tacones de 1000 colores, cada día un color diferente, se sentía sexy, se sentía alegre, se sentía Princesa.

Capítulo 2

Laura siempre había querido tener una hermana, el motivo principal es porque no tenia amigas y estaba sola en la vida, se sentía rara, despreciada y solitaria.
Sus padres pasaban mucho de ella y no sabia que hacer, se sentía fea, diferente y rara. Sus días en el colegio no eran muy diferentes a los de Patt y eso que no se conocían, empezó a juntarse con gente que no debía y se topo con su felicidad diaria.
Laura no era delgada para nada, no se sentia contenta con su cuerpo, no quería mirarse al espejo, no quería nada!
Llorar no era su solución y se encontró con Mía, su salvación, un total de 3 años de relación, lo dejaron a los dos años, pero Mia la perseguía y volvieron a caer, hace apenas unos meses que han vuelto y Laura cada día esta peor, no puede dejar a Mia porque es su salvación, la ayuda a sentirse bien, sobretodo después de comer.
Para Laura la comida era un problema, una montaña, se ahogaba, le costaba más comer que respirar y Mia le daba la solución, le decía : ''dame la mano pequeña, a mi lado todo ira bien''.
Laura se repetía cada noche, Mia me ayuda, Mia me ayuda... pero seguía sin convencerse, era inutil matarse por dentro para estar delgada, pero no sabia salir de ese pozo sin fondo.
Laura estaba agobiadisima, no sabia a quien recorrer y Mia no servia, sus padres no podían conocer a Mia, nadie podía saber que Mia existía, que dolor de corazón, que dolor de cabeza diario!
El destino hizo que Laura encontrará a Patt, por supuesto no le contó nada de Mia hasta que sus bajadas de peso no eran normales y Patt le obligó a contárselo, le obligó a echar a Mia de su vida, Laura no quería, no podía, no sabia, pero necesitaba hacerlo.
¿Que iba a ser de Laura sin Mia?
Capitulo 1

Patt era la chica frágil, todo le afectaba y las lágrimas resbalan por sus mejillas cada noche.
Soñaba con calzarse unos tacones y comerse el mundo, pero el mundo se la comía a ella.
Estaba acostumbrada, llevaba años sin amigas, hundida, su vida no tenia color, ni luz y se pasaba las noches llorando y soñando con alguien especial a quien abrirle su corazón.
Alguien que la quisiera por lo que era y no por lo que los demás querían que fuera, se despertaba de su sueño y la almohada estaba llena de lágrimas, se levantaba de la cama, se miraba al espejo y se decía, venga pequeña, un día menos de sufrimiento.
Patt nunca sonreía, siempre estaba en su mundo y la música era lo único que le daba esperanzas de vivir, de pequeña sus notas eran brillantes, siempre era de las primeras de la clase. Pero desde que empezó el Bulling, todo cayó en picado ya no tenia ganas de hacer nada y menos de estudiar cosas que no le iban a servir de nada, los únicos libros que quería ver eran los que le abrían un mundo imaginario y se creía la protagonista de todas las novelas, su vía de escape, su mundo imaginario.
Muchas veces pensaba escribir un diario, pero para que? Su vida era una mierda, un desastre tras otro, nuevas decepciones, desilusiones, sin color, sin luz, sin amigas, sin amor.
Patt se preguntaba día tras día que era el amor, nunca había estado enamorada nadie la quería, ¿Qué es el amor? Toda la gente lo vive alguna vez en la vida y de maneras diferentes y nunca puedes describirlo con exactitud hasta que lo vives, así que no le quedaba mas remedio que aguantarse y vivir el amor en sus sueños, su chico perfecto aparecía cada noche y le susurraba ''Te Quiero, Pequeña'' pero todo eran sueños, deseos, esperanzas.
Patt quería ser una princesa, y de cierta forma lo era, pero era una princesa con tacones de cristal, frágil, silenciosa, delicada y preciosa pero ella no lo sabia, es más, le daba igual, por muy guapa que se pusiera y muy altos que fueran sus tacones ella seguía estando bajo tierra y su autoestima estaba por los suelos y prefería estar ahí, que levantarse y luchar, no tenia razones para hacerlo, no le motivaba nada en la vida y  sus compañeros ya le habían quitado todas sus ilusiones, en su familia no podía apoyarse, ni la entendían ni la ayudaban, estaba SOLA.
Toda Princesa tiene su principe, toda princesa tiene sus tacones, los mios en este caso son de cristal, me llamo Paula Marten y voy a empezar a escribir un libro, lleva mucho tiempo escrito, pero nunca ha sido publicado, iré subiendo un capítulo de vez en cuando y si os gusta tendrá resultado final.