Hace mucho
que deje atrás a Elena, no sé nada de ella, la última vez que la vi la dejé en
el suelo, como casi siempre…
Últimamente
no sé qué me pasa, yo no era así, he cambiado mucho.
Conocer a
Elena fue lo mejor que me había pasado nunca.
He
cometido muchos errores en mi vida, pero este no me lo perdono. Metí a Elena en
el mundo más dulce y amargo del mundo. Empezó a jugar con mucha soltura y yo
seguí y seguí.
Nos fuimos
a vivir juntos y eso fue lo peor que podíamos haber hecho, mientras Elena vivía
con sus padres estaba controlada. Yo no era la mejor influencia del mundo, pero
se enamoró de mí al poco de conocernos, me tenía loco.
Tenía un
pelo precioso, rubio y liso hasta el pecho, unos ojos verdes que hipnotizaban y
la sonrisa más bonita que haya podido ver jamás. Cuando empezamos ella tenía 16
años y al cumplir la mayoría de edad nos fuimos a vivir juntos, pero eso duró
poco.
La
convivencia aumentó las peleas y con ellas los golpes, no era consciente de lo
que le hacía hasta que al día siguiente la veía demacrada.
¿Cómo pude
ser tan capullo?
Me doy
asco a mí mismo, Elena no se merece eso.
La última
vez que la vi la pegué como nunca, dos semanas antes habíamos tenido una bronca
monumental. Cuando Elena sale de fiesta se descontrola y acaba en la cama de
cualquiera, esa noche yo me marché pronto a casa. El alcohol me había sentado
fatal y solo quería dormir.
Elena en
vez de acompañarme decidió quedarse, me temí lo peor… Y acerté.
Elena
acabó en la cama con mi mejor amigo,, me sentó como una bala, nunca pensé que
Franc podía hacerme eso, pero Elena, ella era mi vida.
Lo pagué
con ella como nunca, ¿Y Qué fue de Franc? No lo sé, la última vez que supe de
él fue hace poco, se marchó a vivir fuera.
Cuando la
madre de Elena la vio allí tirada dijo fin, fue la gota que colmó el vaso.
Dos semanas
más tarde la llamé muchísimas veces, pero me salía el contestador, decidí
llamar a su casa y su madre me amenazó con denunciarme si volvía a llamar.
Ha pasado
demasiado tiempo, ya he dejado de poner cruces en el calendario, los días me
parecen meses, vivir sin Elena es insoportable, no tengo más razones para
seguir adelante que ella.
Tengo la
solución, total ¿Quién va a echarme de menos?
Marcos toma su dulce elixir
por última vez. Acabando con su vida.